Fundación Telefónica: una iniciativa de educación para personas refugiadas y ecuatorianas

 

 

Las medidas de restricción de movilidad y la paralización de varios sectores productivos a causa de la COVID-19 dejaron a muchas personas sin empleo —incluyendo a refugiadas y migrantes, en su mayoría de Venezuela y Colombia. Para responder a este problema,  Fundación Telefónica Movistar, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y FUDELA se unieron para lanzar Conectados Ganamos —un programa de capacitaciones virtuales que permite a jóvenes refugiados y ecuatorianos desarrollar ciertas habilidades tecnológicas que aumenten sus posibilidades de encontrar un empleo estable y seguro.

 

María Augusta Proaño, directora ejecutiva de Fundación Telefónica Movistar en Ecuador, cuenta que se involucró en este proyecto porque la fundación siempre ha estado interesada en trabajar directamente con personas en situación de alta vulnerabilidad como refugiados y migrantes. Con ese propósito en mente, dice Proaño, se acercaron a ACNUR, que ya estaba trabajando con FUDELA, y empezaron a desarrollar el programa. El trabajo fue colaborativo: la fundación aportó con los contenidos y la plataforma, ACNUR compartió los conocimientos sobre las necesidades de la comunidad refugiada en el país, y FUDELA facilitó los contactos de los jóvenes que participaron en el programa.

 

Algunos de los cursos disponibles se relacionaban con temáticas como marketing digital, gestión de proyectos, diseño de páginas web,  ciberseguridad en el entorno educativo, comunicación y colaboración en la era digital, y emprendimiento social. Los cursos se impartieron de forma virtual a través de la web de la fundación y los participantes pudieron acceder a los contenidos en cualquier momento y desde cualquier lugar. Además, participaron expertos en cada uno de los temas de los cursos, quienes también brindaron acompañamiento a los participantes durante todo el proceso.

 

En total, entre mayo y noviembre de 2020, participaron más de 550 jóvenes entre 18 y 29 años que residen, en su mayoría, en provincias fronterizas como Esmeraldas, Imbabura, y Sucumbíos, pero también en  otras como Pichincha y Santo Domingo de los Tsáchilas. De todos los que se capacitaron, alrededor del 59% eran jóvenes en situación de movilidad humana. Para Proaño, uno de los principales logros del programa Conectados Ganamos fue disminuir la brecha digital que afecta a las personas refugiadas, proporcionándoles conocimientos novedosos para adaptarse a la era digital.

 

Kevin Quiroz, un joven venezolano, dice que los cursos del programa de Fundación Telefónica y FUDELA le enseñaron “una palabra muy importante que es resiliencia, esa capacidad de enfrentar adversidades en su vida”. No es el único que ha tenido experiencias positivas. Proaño cuenta que en el evento de cierre del programa, escucharon varios testimonios de jóvenes que les ha permitido evidenciar que estos cursos “son realmente valiosos y dejan ver cómo transformaron sus vidas”. Al final de los cursos, en noviembre de 2020, los jóvenes recibieron una certificación por haber completado esta formación. Sin embargo, para la directora de Fundación Telefónica en Ecuador, hay dos aprendizajes importantes de este programa. El primero es la garantía de que los jóvenes que pasaron por el proceso realmente desarrollaron nuevas habilidades para que puedan responder a ciertas demandas de personal especializado. “No es personal que sale con formaciones de oficio, sino que salen formados con destrezas que les dirigen al empleo del futuro”. Y el segundo es que el hecho de haber desarrollado estas capacidades, les permitirá ubicarse mejor para encontrar un empleo digno y adecuado.

 

Además, como resultado del proyecto, Proaño destaca también la participación femenina: el 57% de las jóvenes se identificaron como mujeres. La directora de Fundación Telefónica asegura que esto es muy importante porque “la participación y el liderazgo de las mujeres dentro de los espacios de transformación digital es imprescindible para fortalecer la diversidad y la inclusión”, en todos los espacios de la sociedad —incluyendo los espacios tecnológicos. Para Proaño, ver cómo esta clase de iniciativas ha permitido que muchas mujeres se formen y creen un espacio seguro en el país es un aprendizaje que, dice, les inspira “para continuar haciendo lo mismo y seguir trabajando en esta línea”.

 

Proaño dice finalmente que la Fundación seguirá trabajando para atender a poblaciones en situación de vulnerabilidad, como lo es la población refugiada y migrante, porque ese es un pilar de la organización. Señala también que, aunque el programa con FUDELA y ACNUR haya llegado a su fin, eso no significa que más personas no puedan acceder a los cursos. Al contrario, dice que los cursos seguirán disponibles en sus plataformas virtuales porque “conectar va más allá de un curso, es la construcción de una red de apoyo fundamental para la recuperación de cada persona”.